martes, 10 de diciembre de 2013

FELICIDADES.

FELIZ NAVIDAD  os deseo con mi microrrelato a todos los de RELATOPÍA.-

          Diciembre, sí, era diciembre. Los sauces languidecían, más agachados si cabe, como si de pronto, en lugar de dos meses, hubieran transcurrido cientos de años.
Habían abierto la presa y el agua del río discurría caudalosa, llevándose a varios patos que protestaban  con su cua cua. Las hojas verde botella, ahora amarillas y risueñas, hacían carreras enloquecidas por el agua, a ver quién llegaba antes a la meta que se habían propuesto, ¿sería el tronco del chopo viejo atravesando el río, o ¿tal vez una chaqueta rota del vagabundo que de vez en cuando daba conversación a los pescadores por si le animaban dándole unos euros? Un banco de peces minúsculos nadaban con prisa. El sol pronto se pondría y unos cangrejos tardíos, pero tranquilos, porque la veda ya prohibía hasta mirarlos, salían manchados de barro de su escondite. Padres e hijos se alimentaban de larvas y restos del cebo de los pescadores; disponían de unos meses de relajo y hacían piruetas con sus finas patas,  felices. El camino se teñía de oscuro. Sólo unos castaños cerca del sendero blanqueaban con el reflejo de la luna. Era  por  Navidad.

Tornasol