miércoles, 2 de abril de 2014

             ¿PRIMAVERA?
          Ha empezado abril con la misma mala cara que terminó marzo. Las nubes siguen llorando porque, según se presenta la estación, llegará mayo y las novias que todavía les gusta el blanco, no podrán hacerse fotos en el parque, ni lucir sus dientes con la sonrisa al sol. El novio la comprará gladiolos violeta para que resalten al subir a la limusina, y  entornará un guiño simpático hacia su lánguida mirada. El altar, con sus focos de fiesta, brillará como las lentejuelas del traje nupcial y el órgano, a pesar de la lluvia, resonará, encumbrando a la Marcha de Mendelsshon ante los invitados más, si cabe, que en un día veraniego. Sería bueno que el lunch comenzara con un consomé al jerez y unos entremeses frititos, calientes y abundantes que, después del remojón  y la humedad del señalado día, vendrán como alianza  al dedo  a los queridos amigos y acompañantes.

Tornasol.