Ayer fue cuando te tuve en mis brazos por primera vez.
No
eras capaz de fijar tus ojos en los míos.
Te revolvías de inmediato cuando
rozaba mis labios en tu mejilla.
Me buscabas entonces con hambre.
El olor que desprendían tus cabellos y tu piel, lo llevo
atesorado en mi alma para siempre.
Las manos las tenias frías y los labios
hacían a veces gestos enfurruñados, como de enfado.
¡Que pequeña y ligera te vi entre mis brazos!
Hace 39 semanas que ,
día tras día, te estuve esperando.
César: Esconde esa vivencia como si fuera un tesoro. Ya verás como cuando muestres sus lineas a esa niña, que ya será una señorita, no se revolverá cuando roces tus labios en sus mejillas y fijará sus ojos en los tuyos con una mirada de agradecimiento por haber contribuido a su existir.
ResponderEliminarTornasol
Lo haré . Muchas Gracias
ResponderEliminarQué bonito es, César, no lo había visto hasta ahora!
ResponderEliminarHola Sagrario. Muchas Gracias
ResponderEliminarSí es bonita sí. Gracias a ti por colgarla.
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