jueves, 2 de abril de 2015

LLEGÓ ABRIL.


            LLEGÓ ABRIL.
           En este recorrido que voy haciendo por los meses del año, llegó abril. Palabra bisílaba, aguda, sin acento porque termina en l , con tan pocas letras y tan sencilla, para mí es la palabra más bonita con que  se  denomina el cuarto mes de 30 días.  También es una de las épocas más agradables con  sol recién estrenado y con sus aguaceros  abundantes, como nos asegura el refrán  por excelencia de "Abril, aguas mil" aunque este año ha comenzado con la  devota Semana Santa,  obsequiándonos, además de unos días de vacación,  con unos cielos azul pastel  y anocheceres de aires cálidos.
La flor de los cerezos  se despierta en los amaneceres de algunos campos  de la península  para pronto transformar su color  malvarrosa en el intenso rojo de las picotas,  tan hermoso y llamativo  cual  dulce y jugoso es su sabor. Asímismo las aves, como las golondrinas, regresan  a construir sus nidos en la estación y sitio adecuados, el de siempre. Las moderadas siestas, se vuelven más placenteras si cabe. Ni el bochorno  ni las frías sábanas molestan al afortunado que pueda disfrutar de esa costumbre tan española y tradicional, y los jóvenes, las muchachas bonitas,  empiezan a lucir sus galas  de entretiempo para conquistar al chico de sus sueños. Hay un olor especial, una luz distinta, un sentimiento más  cercano al encontrarnos con nuestros amigos en primavera.

Tornasol

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